Espacio de Jose Luis

Bueno… primero disculpas por no actualizar el blog tan a menudo, pero bueno, alguna foto si que he puesto….

 

En fin, pues eso, ya no vivo solo en casa… Mi nuevo compañero se llama Fígaro, tiene 2 años, y es un gatito precioso. A ver si me decido y pongo alguna foto para que lo veais en accion. Por supuesto estaré encantado de que vayais a visitarlo.

 

Saludos.

 

Bien…. Imaginemos que soy un conocido diseñador industrial, como pueda ser Giugiaro, Manzù o Mariscal (y yo un cantante como Bisbal, Ramoncin o Teddy).

Hoy he tenido mi momento de inspiración y se me ha ocurrido un diseño para unas sillas y mesas muy elegantes (a mí me ha venido la vena para escribir una canción). Después de pulirle pequeños retoques, las expongo en un salón internacional del mueble (yo la pongo por la radio, y pago para que me la pongan). A través de revistas especializadas y por el boca-oreja, la colección resulta todo un exitazo (anda, como mi canción). Así que me decido a ponerla a la venta  en una edición limitada y numerada (yo grabo el disco y lo pongo a la venta). La publicidad hace su efecto y se vende muy bien.  Pero estoy tremendamente molesto, porque hace unos días están trayendo copias de mala calidad procedentes de cualquier país del sur de Asia (a mí también me piratean en el top-manta, y me cabreo también).  Pero  a mí no me molesta que cualquiera en su casa con un poco de maña me copie la silla siempre que sea para sentarse él o para regalarla a alguien que no pueda permitírsela (a mí sí, es un disco menos que vendo). Lo que sí que me cabrea es que aquí al amigo cantante (¿a mí?) es que le pagan por todo, y si no, mirad los ejemplos….

–          A mi amigo le pagan pasta cuando la gente se compra cd’s vírgenes (el canon), pero a mí no me dan nada cuando van al Leroy Merlin a comprar maderas y clavos. Ni tampoco me dan nada si se compran sierras o martillos (grabadoras).

–          A mi amigo le pagan pasta cuando sale por la tele a cantar, pero a mí no me dan un duro cuando me invitan a la tele a mostrar mis creaciones.

–          Ahora, un cliente que se gastó una pasta en comprar 20 juegos de sillas y mesas tiene una terraza, y vende mucho más desde que puso el cartel de “Tómese un café sentado en una autentica silla de XXX”, pero sin embargo, a mí no me da un duro. Y sin embargo ponen música y le pagan a los cantantes (comunicación pública lo llaman).

–          Si alguien se compra un MP3 para guardarse la música, a mi amigo le pagan, pero si alguien se compra un almacén para guardar mis sillas, tampoco me dan nada.

 

Conclusión… o entre mis compañeros montamos una Sociedad General de Diseñadores y empezamos a exigir que nos paguen igual que a los cantantes (y nos crearía mala fama, lo sé… pero también quiero una mansión en Miami) o que a los cantantes les hagan lo mismo que a nosotros, y que se ganen el sueldo como tiene que ser, es decir, dando conciertos, y no viviendo de un momento de inspiración. Yo sin embargo tengo que tener mi fábrica en marcha produciendo las sillas y las mesas para poder comer.

 

Saludos de un diseñador amargado.

Hola.

 

Por orden del señor que escribe estas lineas…. queda inaugurado este blog. !He dicho!

 

Saludos.